martes, 11 de marzo de 2014

ALICE HERZ-SOMMER. LA MÚSICA SALVÓ MI VIDA

Estos días hemos escuchado en las noticias el fallecimiento de una anciana de 110 años que nos ha conmovido a más de una persona, o eso creo...y si no, una vez que hayáis leído esta entrada, os pasará a vosotr@s lo mismo.

La anciana de la que hablo es Alice Herz-Sommer. Su nombre seguramente no nos suena de nada. La casualidad es que ha fallecido unos días antes de que su vida fuera premiada en los Oscar, ya que se ha realizado un corto sobre su vida que ha sido nominado a los premios de la Academia. No fue premiado, pero para mi personalmente su vida se merece todos los premios que una persona pueda recibir.

El documental se llama "THE LADY IN NUMBER 6. MUSIC SAVED MY LIVE"


Quién era Alice???

Alice era la superviviente más anciana del Holocausto nazi.


Y..... POR QUÉ APARECE EN UN BLOG DE MÚSICA UNA ANCIANA DEL HOLOCAUSTO NAZI???

Pues.... porque ella salvó su vida gracias al piano  tocando para los oficiales alemanes. Por eso se puede decir que la música salvó su vida.

Alice Herz-Sommer fue una reconocida concertista,  profesora, esposa, madre y prisionera del campo nazi de Theresienstadt. “Ya sé que hay mucha maldad en el mundo, pero siempre he mirado hacia lo bueno”: A Alice le gustaba recordar una cita de Friedrich Nietzsche: “Sin música, la vida sería un error”.

Alice nace en  Praga allá por el año 1903. Pertenecía a una  acomodada familia amante de la literatura y la música clásica, comenzando desde niña a dar clases de piano.




A los 4 años ya tocaba el piano. Entre los amigos que visitaban aquella casa estaban el tío Franz, apellidado Kafka, o el compositor Gustav Mahler.

Alice (primera por la izquierda)
en una foto de infancia

Se casó con Leopold Sommer y tuvo un hijo, Raphael, Rafi. Alice disfrutaba de una vida dedicada a su familia, a la cultura y, por supuesto, a la música, hasta que las tropas de Hitler invadieron su ciudad en 1939.



Hitler enviaba a cada judío a los temidos campos de concentración. Nuestra protagonista pudo atrasar ese fatídico día gracias a un vecino, soldado nazi, que estaba maravillado con su música. Por desgracia su madre no corrió la misma suerte, y no la volvió a ver jamás.

En 1943 su terrible destino la encontraría. La pianista, junto a su marido y su hijo Raphael, sería enviada al campo de concentración de Terezin, un lugar en el que, según Hitler, se mandaba a los artistas para poder "preservarlos" tras la guerra.



Una cruel mentira, ya que de los 156.000 judíos que estuvieron presos allí, apenas sobrevivieron 17.500. Entre más de 15.000 niños internados, sólo sobrevivieron 93, entre ellos, Rafi, el hijo de Alice. No en cambio su marido, que fue enviado a Auschwitz (otro campo de concentración), para acabar muriendo en Dachau.

Pese a todo, Alice consiguió conquistar el frío y duro corazón de los soldados alemanes que cada noche acudían a verla tocar. Gracias al piano no fue llevada a la cámara de gas dando más de 100 conciertos en el campo de concentración.Una luchadora que utilizó la música para hacer soportable la crueldad y tristeza de aquel campo y poder transmitir a su hijo el espíritu de esperanza y todas las ganas de vivir.



Tras el fin de la guerra  y la liberación, Alice y su hijo regresaron a Praga, aunque después de 4 años emigraron a Israel. En el nuevo país permaneció la artista durante 37 años impartiendo clases en la Academia de música de Jerusalem. En Israel la pianista pudo ver como su hijo se labraba una carrera con el violoncello y cuando decidió irse a Londres en 1985, Alice siguió a su hijo. En Londres permaneció Alice a pesar de que su hijo muriera a los 65 años. Fijaros cómo era... que hasta el final de sus días Alice dedicaba 4 horas a practicar con el piano.

A pesar de que Alice vio como su familia desaparecía lentamente, lo que nunca borró fue su sonrisa y su optimismo. "La vida es bella, tienes que estar contento para poder admirarla. Debemos estar agradecidos por estar vivos. En cualquier parte que mires hay belleza"

Es increíble, pero en todas las fotos que veamos a Alice, la veremos sonriendo a pesar de la vida que llevó. Al final de su vida, incluso con 110 años seguía manteniendo su hermosa sonrisa.




Si queréis saber más de Alice .... echad un vistazo a este vídeo, de verdad que merece la pena...







No sé a vosotr@s, pero a mi me parece que Alice nos da una verdadera lección ante la vida. Me recuerda a la película de "La vida es bella" donde Benigni nos transmite a través de los ojos inocentes de un niño la barbarie del holocausto.



Gracias Alice, gracias por tu música, gracias por tu sonrisa, sigue tocando el piano en las estrellas, esas estrellas que brillan más desde el 23 de febrero, desde que ellas pueden disfrutar de tu sonrisa.



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