martes, 27 de enero de 2015

EVA CASSIDY, LA VOZ QUE SÓLO QUERÍA CANTAR

Hola Melóman@s!

La entrada de hoy es muy especial para mi. Muchas veces me preguntáis qué tipo de música me gusta porque soléis pensar que l@s profes de música sólo escuchamos música clásica.. Mozart, Beethoven, Vivaldi y poco más. No os imagináis que a vuestr@s profes también les puede gustar AC/DC, Pink Floyd... Pues sí, esa música también nos gusta. Estamos en el mundo!!!! ;))

Una de mis cantantes favoritas es EVA CASSIDY. A algun@s de vosotr@s ya os he puesto alguna canción de ella en clase, pero además de su música, su personalidad es especial para mi y por eso quiero compartirlo con vosotr@s.



No puedo estar más de acuerdo con las palabras de Carlos Olalla cuando dice que Eva Cassidy  tenía una de las mejores voces del siglo XX (sí, tenía, porque por desgracia su voz se apagó ya hace 19 años).
A ella nunca le importó. Cantaba porque le gustaba cantar y, sobre todo, por ver lo felices que se sentían al escucharla los contados espectadores de los pequeños clubes de Washington donde solía actuar. Qué placer sería poder escucharla en esos locales con un ambiente íntimo y acogedor....

Podía cantar cualquier canción y abordar cualquier estilo musical. Siempre le imprimía a todo lo que hacía su sello personal, un sello de ternura, pasión, verdad y amor.

Así fue como la descubrí yo, un día como otro cualquiera, de casualidad. En un curso me pusieron una versión de Imagine, la canción de Jhon Lennon y aluciné. Su voz acompañada por una guitarra me llegó tanto que dije... quién es esta chica? quiero conocer su música!!!!. Me puse manos a la obra y al poco tiempo tenía casi la colección de todos los discos que había sacado al mercado. Es increíble, es una artista que no te cansa... es única.

Cómo? que no te lo crees?. Escucha la canción con la que me conquistó para siempre.




Qué? preciosa versión verdad?. Seguro que quieres escuchar más de Eva ...

Vivía en una pequeña granja a las afueras de la ciudad. Renunció a ir de gira por los circuitos norteamericanos porque nunca quiso cambiar su estilo de vida. La palabra ambición no significaba nada para ella. Era feliz en el campo y con los suyos, con eso le bastaba. Cuando murió tenía treinta y tres años y casi nadie la conocía. Hoy es una de las cantantes más admiradas en todo el mundo. Ha vendido millones de discos. Se llamaba Eva, Eva Cassidy. Nadie ha cantado como ella.

Su afición por la música le venía de familia. Su padre era un profesor de escuela retirado que tocaba el bajo eléctrico y su hermano también es músico. Eva empezó a cantar y a aprender a tocar la guitarra a los nueve años. Su padre recuerda que cuando escuchaba una canción en la radio ella cantaba no la melodía, sino la armonía. Tenía sentido de la armonía y un oído musical excepcional” 

Por eso Eva podía cantar cualquier estilo de música y hacerlo tan personal y tan propio. Su madre era una persona fundamental en su vida. De Eva decía que era una persona muy introvertida que transmitía su propia vulnerabilidad al cantar y que por eso llegaba tanto a la gente. Hay gente que tiene un mundo interior tan grande que las palabras se quedan cortas, no abarcan la grandeza de sentimientos que necesitan aflorar, y por eso utilizan la música, el gran idioma universal que prosigue donde acaban las palabras.

Empezó a actuar en público cantando baladas country en bares donde nadie escuchaba. Ella lo odiaba. Se unió a varios grupos pero aquello tampoco le gustaba porque tenía que gritar para hacerse oír. Cuando por fin Chuck Brown, un intérprete ya consagrado, le propuso cantar jazz y blues en algunos clubes se le abrió el cielo. Nunca había tenido la oportunidad de hacer profesionalmente lo que a ella más le gustaba. Tenía una voz excepcional, transmitía todos los sentimientos desde lo más profundo de su corazón, llegaba al público con una facilidad impresionante… 





Chuck Brown, con quien Eva había grabado el disco de versiones de jazz decía: “ella no sabe lo buena que es” y Chris Biondo, su productor y bajista comentaba: “Le gustaba la idea de poder vivir de la música, pero si no llegaba a grabar un disco o a ser famosa, eso jamás le habría quitado el sueño.

Lo triste es que empezó a ser conocida cuando se le diagnosticó su enfermedad, tres meses antes de morir”. Sólo algunos afortunados tuvieron la suerte de poder escuchar a Eva en directo en aquellos clubes de Washington D.C. donde ella cantaba.

Rechazó firmar con varias discográficas porque le exigían un estilo pop que era de más fácil venta pero que a ella nunca le interesó. Nunca tuvo la ambición o la agresividad que han llevado a otros músicos a la fama, lo suyo era algo más auténtico, espiritual. Cantaba porque le gustaba y eso le bastaba. Y solo quería hacerlo en locales donde la gente fuera a escuchar música. Por mucho que le insistieran lo importante que era grabar un disco o hacer una gira por los circuitos norteamericanos, ella siempre respondía: “¿Quién va a querer escucharme cantar?, ¿Tú crees que alguien compraría mis discos?”
Quién??? YOOOOOOOO... :(

El disco que la lanzó a la fama, aunque ella nunca llegó a saberlo, fue el que grabó en directo en el Blues Alley Club en verano de 1996. Fue un concierto inolvidable en el que cantó la mayor parte de su repertorio. Fue solo unas semanas antes de que le diagnosticaran el cáncer. Aquí la tienes aquella noche interpretando Autumn leaves  en directo....




Increíble verdad? La delicadeza de su voz es impresionante....

Murió de melanoma, uno de los cánceres con peor pronóstico, el 2 de noviembre de 1996. Se lo habían diagnosticado tan solo tres meses antes. En una entrevista que le hicieron al descubrirse su enfermedad le preguntaron si le impediría cantar. Ella respondió: “Tengo la profesión más fácil del mundo, solo tengo que cantar y tocar la guitarra”

Poco después de que le diagnosticasen el cáncer, la noticia corrió por los ambientes musicales de Washington. Eva no tenía ningún seguro médico (la sanidad americana no es exactamente igual que la española) pero multitud de grupos actuaron benéficamente para conseguir fondos para su tratamiento. Fue en Octubre, en el Bayou. Ella quiso acercarse allí a pesar de que se le había caído el pelo y tenía que andar ayudada por un andador. Dejó de ir a quimioterapia dos días para no estar agotada y poder hacerlo. Al final del concierto ella subió lentamente al escenario. Un pañuelo en la cabeza ocultaba que había perdido ya todo su pelo. Ayudada por su andador se acercó a proscenio. Cogió el micro y, como siempre, agradeció a todos su asistencia al concierto. Solo pudo cantar una canción: “What a wonderfull world”. Ese día supo lo mucho que sus seguidores la querían y cuánto adoraban su forma de cantar y de darse a los demás. Fue su última actuación.

Al volver al hospital donde estaba ingresada pidió que le trajeran tarjetas para dar las gracias a todos los que habían hecho posible aquel concierto. Quiso escribirlas personalmente. Solo pudo escribir una al día. Las firmó con un corazón que dentro tenía una sonrisa.


Termino la entrada en honor a Eva Cassidy con una preciosa canción...



... y con su mensaje....



Gracias por tu gran voz Eva....

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